Esas caras de ciudad se desmoronan como pétalos de flor marchita,
a cada rostro individual no le preocupa nada más que ver su propia prisa.
Siento surgir junto a mí
una cárcel de ansiedad, el cuerpo de la soledad.
Y de este lado del cristal
la rutina baila una vez más sobre mis huesos y mi altar.
Yo siempre quise salir de aquí,
hoy sé que puedo acercarme a ti.
Yo solo quiero sobrevivir,
quiero decirte que estoy aquí.
Y me pregunto qué será de mi amor
si estará adentro, afuera, justo en el medio del cristal.
Ya nada podrá advertir, ya nada podrá evitar
que este karma se caiga en trizas
que no vaya marcha atrás.
Yo siempre quise salir de aquí,
hoy sé que puedo acercarme a ti.
Yo solo quiero sobrevivir,
quiero decirte que estoy aquí.
Las luces sacuden mi cuerpo y mi mente,
las luces sacuden mi mal.
La jaula va abriéndose tan fácilmente,
la jaula va quedando atrás.
No hay nada que puedas decir "yo voy a volver",
no hay nada que puedas hacer.
Soy como la luna, yo siempre te seguiré,
soy como un espejo, una cámara.
Afuera la gente no sabe ni dónde está,
afuera la gente se va.
Dentro de las casas los padres lloran de más,
dentro de las casas no hay paz.
Y es como ayer, es como el día en que quisiste volver.
Y es igual que ayer, como el día en que quisiste ver, saber
que esas caras de ciudad se desmoronan como pétalos de flor marchita,
a cada rostro individual no le preocupa nada más que ver su propia prisa.
Yo siempre quise salir de aquí,
hoy sé que puedo acercarme a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario